Leasing Inmobiliario en Chile: Qué es y Cómo Funciona Esta Estrategia de Inversión Inteligente

El mercado inmobiliario chileno ha evolucionado significativamente en la última década, abriendo nuevas oportunidades de inversión y acceso a la vivienda. Entre las opciones emergentes que cada vez ganan más terreno, se encuentra el leasing inmobiliario, también conocido como arrendamiento con opción de compra. Aunque puede sonar como una alternativa lejana al clásico crédito hipotecario, la verdad es que su funcionamiento ofrece ventajas únicas para ciertos perfiles, tanto de personas naturales como jurídicas.

En VicuñaPropiedades.cl, nuestro propósito no es solo presentarte información, sino ayudarte a entender a fondo el sector inmobiliario, para que tomes decisiones estratégicas e informadas. Este artículo, por tanto, no es una simple explicación técnica. Es una guía detallada y práctica, escrita desde el conocimiento de quienes vivimos el corretaje de propiedades a diario, optimizada para que navegues con claridad entre conceptos, normas y oportunidades. Prepárate para una lectura completa, profunda y 100% útil.


¿Qué es el Leasing Inmobiliario (o arrendamiento con opción de compra)?

El leasing inmobiliario es un contrato mediante el cual una entidad financiera (como un banco o una sociedad de leasing) adquiere una propiedad a solicitud del cliente, para posteriormente arrendársela bajo un acuerdo que le otorga la opción de compra al finalizar el plazo contractual.

En la práctica, esto significa que el arrendatario puede utilizar el inmueble como si fuera suyo, pagando una mensualidad durante un período pactado (entre 5 y 20 años, generalmente), con la posibilidad de comprarlo al término del contrato por un valor residual previamente fijado. Si decide no comprarlo, simplemente lo devuelve.

Este mecanismo no es nuevo en Chile, pero en los últimos años ha cobrado protagonismo por su versatilidad ante las nuevas restricciones crediticias y por permitir acceso a la vivienda o a propiedades comerciales sin un crédito hipotecario tradicional.

Desde el punto de vista legal, el leasing habitacional en Chile está regulado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), lo cual le otorga un marco jurídico sólido que protege tanto al arrendador como al arrendatario. Esta opción de financiamiento fue impulsada con fuerza tras la reforma habitacional que buscaba fomentar el acceso a la vivienda sin endeudamiento directo.


Marco Legal y Regulación del Leasing Inmobiliario en Chile

Uno de los grandes pilares que da sustento y confianza al leasing inmobiliario en Chile es su respaldo normativo. La CMF establece claramente las condiciones, derechos y deberes de ambas partes a través de una figura legal que permite al arrendatario ocupar la propiedad como si fuera suya, pero con la propiedad legalmente a nombre de la entidad de leasing hasta que se ejerza (o no) la opción de compra.

El leasing habitacional está especialmente regulado para viviendas destinadas a residencia permanente y no aplica para viviendas sociales. Por su parte, el leasing comercial (para oficinas, locales u otros activos) tiene una mayor flexibilidad y se rige más por los acuerdos privados entre partes que por normativas públicas específicas, aunque siguen aplicando las obligaciones contractuales generales del Código Civil y la Ley de Arrendamientos.

La ley de arrendamiento con opción de compra contempla cláusulas sobre el valor residual, responsabilidad del mantenimiento, seguro obligatorio y causales de término anticipado. Además, se aplican normativas tributarias que permiten a las empresas deducir las cuotas como gasto operacional, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para PYMES e inversionistas con actividad comercial.


Cómo Funciona el Leasing Inmobiliario: Etapas del Proceso

El funcionamiento práctico del leasing inmobiliario puede dividirse en cuatro grandes etapas:

1. Elección del Inmueble

El proceso comienza cuando el cliente (sea persona natural o jurídica) elige la propiedad que desea arrendar con opción de compra. Esta puede ser una vivienda, una oficina, un local comercial o incluso una bodega. La clave aquí es que la propiedad debe cumplir con los requisitos del banco o empresa de leasing, quienes evaluarán su viabilidad y su tasación.

2. Firma del Contrato con la Entidad de Leasing

Una vez aprobado el inmueble, se redacta y firma un contrato de leasing inmobiliario, en el cual la entidad financiera se compromete a comprar la propiedad, y el cliente se compromete a pagar un arriendo mensual durante el plazo establecido.

Este contrato incluye:

  • El valor de las cuotas mensuales
  • El valor residual o precio de compra al término del contrato
  • El plazo del contrato (suele ser entre 5 y 20 años)
  • Condiciones de mantenimiento y seguros
  • Penalizaciones por incumplimiento

Este modelo ha sido ampliamente detallado por organismos como la Comisión para el Mercado Financiero, que explica con claridad su estructura legal y los derechos de cada parte involucrada.

3. Pago de Cuotas Mensuales

El cliente comienza a pagar una renta mensual fija o variable, que incluye tanto intereses como una parte del capital amortizado. A diferencia de un arriendo tradicional, estas cuotas representan una forma de acumulación indirecta de capital, pues parte de ellas reduce el valor de compra final.

Es importante entender que durante este período, la propiedad sigue siendo del banco o empresa de leasing, por lo que algunos trámites o mejoras mayores podrían requerir su aprobación.

4. Opción de Compra al Final del Plazo

Una vez finalizado el plazo, el arrendatario puede elegir entre:

  • Comprar la propiedad pagando el valor residual previamente pactado
  • Renovar el contrato de arriendo
  • Devolver la propiedad sin ejercer la opción de compra

Esta flexibilidad contractual es una de las grandes ventajas de este modelo, permitiendo decisiones financieras más dinámicas y menos comprometedoras que un crédito hipotecario tradicional.


Beneficios del Leasing Inmobiliario para Inversionistas y Empresas

Si bien el leasing inmobiliario no es para todos, hay varios perfiles para quienes representa una herramienta estratégica poderosa.

Por ejemplo, los emprendedores o PYMES pueden utilizar esta figura para adquirir locales u oficinas sin afectar directamente su capacidad de endeudamiento bancario. Como las cuotas pueden considerarse gasto operacional, también ofrecen beneficios tributarios concretos.

Desde la óptica de un inversionista, el leasing permite acceso a propiedades que en otro contexto serían inaccesibles, ya sea por no cumplir los requisitos de un crédito o por querer diversificar su portafolio sin comprometer líneas de crédito tradicionales.

Además, es una opción ideal para quienes:

  • Prefieren probar una propiedad antes de comprarla
  • Desean minimizar el pago inicial (no requiere pie del 20%-30% habitual)
  • Buscan aprovechar contextos de altas tasas hipotecarias, optando por una fórmula más flexible en el corto-mediano plazo

Un ejemplo clásico sería un profesional independiente que quiere establecer una oficina en Providencia, Santiago, pero no tiene historial bancario sólido. A través del leasing inmobiliario, puede ocupar el espacio y consolidar sus finanzas antes de tomar la decisión definitiva de compra.

Si estás considerando este modelo para tu próximo negocio o proyecto inmobiliario, te recomendamos visitar también nuestro artículo sobre requisitos para arrendar en Chile, donde te explicamos lo que necesitas preparar antes de firmar cualquier contrato.


Desventajas y Riesgos del Leasing Inmobiliario: Lo que debes considerar

Así como el leasing inmobiliario representa una alternativa flexible y moderna, también involucra riesgos que deben ser evaluados con seriedad. Este modelo no es un camino libre de obstáculos ni está diseñado para todos los perfiles financieros o patrimoniales.

Una de las desventajas más significativas es que el arrendatario no se convierte en propietario hasta el último momento, lo que implica que, durante el contrato, carece de los derechos completos sobre la propiedad. Si por cualquier motivo decide no ejercer la opción de compra, todo el dinero pagado en cuotas mensuales no genera devolución, al igual que en un arriendo común.

Desde una perspectiva financiera, el leasing suele tener una tasa de interés superior a la de un crédito hipotecario tradicional. Esto puede deberse al mayor riesgo percibido por la entidad financiera o por las condiciones del mercado en que se suscribe el contrato. En un escenario como el chileno actual, donde las tasas hipotecarias fluctúan entre 4% y 6% anual, un leasing puede acercarse al 8%-10%, elevando el costo total de la operación.

También es relevante mencionar la rigidez contractual. Si el arrendatario incumple con los pagos, no solo puede perder el derecho de ejercer la opción de compra, sino que también puede ser desalojado sin posibilidad de recuperar lo invertido. En este sentido, el leasing exige un compromiso financiero sostenido y bien planificado.

Finalmente, hay que considerar que el leasing habitacional en Chile no aplica para propiedades acogidas a ciertos subsidios sociales, como el DS49 o el DS19, limitando su uso para segmentos de alto o mediano ingreso.

Según expertos del portal VAN Corporate, uno de los puntos críticos es que el leasing puede tener tasas más altas que un crédito hipotecario, lo cual incrementa el costo total de adquisición si no se planifica con precisión.

Por lo tanto, si estás considerando el leasing inmobiliario, nuestra sugerencia como expertos es acompañar tu análisis con herramientas de planificación como simuladores de crédito, revisión de flujos de caja y asesoría legal especializada. Y si estás buscando entender otras formas de apoyo estatal, no dejes de revisar nuestro artículo sobre qué es el subsidio DS1 y cómo postular.


¿Quién debería considerar esta modalidad?

Aunque cada caso es particular, el leasing inmobiliario tiene una afinidad natural con ciertos perfiles, tanto en el mercado residencial como comercial. A continuación, exploramos los más beneficiados por esta alternativa.

1. Emprendedores y PYMES

Los pequeños y medianos empresarios suelen encontrar en el leasing una forma de acceder a oficinas, galpones o locales comerciales sin comprometer su capacidad de crédito bancario. Además, pueden deducir las cuotas mensuales como gasto, optimizando su estructura tributaria.

2. Inversionistas con restricciones de crédito

Personas que están iniciando su historial financiero, que han tenido reportes negativos o que simplemente desean no figurar en el sistema bancario tradicional, pueden utilizar el leasing como una forma progresiva de adquisición patrimonial.

3. Profesionales independientes

Aquellos que no cuentan con ingresos fijos o demostrables mes a mes suelen tener problemas para acceder a financiamiento bancario. Sin embargo, si pueden acreditar ingresos constantes o patrimonio, las empresas de leasing pueden aceptar propuestas bajo condiciones más flexibles.

4. Personas que buscan probar antes de comprar

Algunas personas tienen dudas sobre el barrio, la conectividad, la calidad de la edificación o el estilo de vida de una zona determinada. El leasing permite probar la propiedad durante varios años, antes de tomar una decisión de compra definitiva.

En este contexto, muchas personas también se preguntan: ¿qué pasa si el inmueble necesita reparaciones durante el periodo de leasing? Si te interesa este punto, visita nuestro artículo sobre quién paga los arreglos de una casa arrendada donde te explicamos a detalle cómo se manejan estas situaciones según contrato.


Diferencias Frente a un Crédito Hipotecario o al Renting

Es común que se confunda el leasing con otras formas de financiamiento como el crédito hipotecario o el renting. Sin embargo, existen diferencias claves entre estas figuras que es importante tener claras.

El crédito hipotecario implica que la persona se convierte en propietaria de inmediato, aunque la propiedad queda en garantía a favor del banco hasta saldar la deuda. En este caso, el comprador paga un pie inicial (generalmente 20%-30%) y luego las cuotas del crédito.

El leasing, en cambio, no transfiere la propiedad de inmediato. El usuario arrienda el inmueble con la posibilidad de comprarlo al final del contrato. No requiere pie inicial alto, pero tiene un valor residual que deberá pagarse si se desea adquirir la propiedad.

Por otro lado, el renting inmobiliario es meramente un arriendo operativo sin opción de compra. Se utiliza generalmente para oficinas y locales comerciales por empresas que desean evitar cualquier compromiso patrimonial.

Las principales diferencias radican en:

  • La estructura de propiedad
  • Las exigencias iniciales de entrada
  • El tratamiento contable y tributario
  • La flexibilidad para desistir o cambiar de inmueble

Aspectos Tributarios y Financieros del Leasing Inmobiliario

Una de las ventajas más destacadas del leasing inmobiliario, especialmente para empresas y emprendedores, es su tratamiento tributario favorable. Las cuotas mensuales que se pagan bajo este contrato son consideradas como gastos operacionales, por lo que pueden ser deducidas del impuesto a la renta. Esto permite optimizar el flujo financiero de manera importante, sobre todo en negocios emergentes que necesitan preservar liquidez.

A diferencia de un crédito hipotecario, donde los intereses pueden deducirse bajo ciertos parámetros pero la propiedad se contabiliza como activo, el leasing no ingresa directamente al balance del arrendatario. Esto representa una ventaja estratégica para empresas que buscan mantener un perfil financiero saludable y no sobrecargar sus activos fijos declarados.

En el caso de personas naturales, sin embargo, este beneficio no aplica, ya que la legislación tributaria chilena no permite deducir gastos de arriendo con fines habitacionales (a menos que se utilicen con fines comerciales).

También hay implicancias en el pago de IVA, sobre todo cuando el leasing se aplica a inmuebles comerciales. En general, la compra realizada por la empresa de leasing puede incluir IVA, el cual se traspasa al cliente en las cuotas mensuales. Por eso es fundamental leer y entender bien las cláusulas tributarias del contrato, idealmente con apoyo profesional.

Por último, en lo que respecta al valor residual, éste también tiene una naturaleza jurídica y contable específica. No se trata de una nueva compra, sino de una transferencia de dominio bajo condiciones pactadas previamente, lo que puede implicar impuestos específicos (como el de timbres y estampillas) al momento de escriturar.


¿Vale la pena el leasing inmobiliario en 2025?

El escenario económico chileno en 2025 presenta retos y oportunidades para el sector inmobiliario. Por un lado, las tasas hipotecarias continúan con una tendencia moderadamente alta, debido al contexto inflacionario y las políticas del Banco Central. Por otro lado, los requisitos para acceder a créditos hipotecarios tradicionales se han endurecido, afectando a miles de chilenos con ingresos variables o sin historial crediticio robusto.

En este contexto, el leasing inmobiliario se consolida como una alternativa real y funcional. No solo para acceder a una vivienda o local comercial, sino también como parte de una estrategia de inversión patrimonial más amplia. La posibilidad de comenzar a ocupar un inmueble sin un pie inicial elevado, con una opción de compra clara y pactada, resulta atractiva para perfiles emergentes y consolidados por igual.

Además, con el auge de nuevos formatos de inversión como el crowdfunding inmobiliario o el flipping, el leasing puede funcionar como complemento perfecto para quienes buscan diversificar sin asumir deudas directas. Si te interesa este enfoque, no dejes de revisar nuestro artículo sobre qué es el crowdfunding inmobiliario.

Desde VicuñaPropiedades.cl, donde cada día ayudamos a personas y empresas a navegar con éxito en el mercado inmobiliario chileno, creemos firmemente que el leasing debe ser analizado con visión estratégica. Su uso inteligente puede marcar la diferencia entre una oportunidad bien aprovechada y un error costoso.


El leasing inmobiliario es mucho más que una fórmula financiera alternativa: es una herramienta moderna, flexible y adaptable que responde a las nuevas realidades del mercado chileno. Ya no se trata solo de comprar o arrendar, sino de ocupar con propósito, evaluando en el camino si el inmueble cumple todas tus expectativas antes de comprometerte definitivamente.

Su regulación clara, los beneficios tributarios para empresas, y la posibilidad de sortear barreras crediticias hacen del leasing una opción que vale la pena conocer en profundidad, sobre todo si estás en Santiago de Chile o en regiones donde el mercado inmobiliario sigue siendo competitivo.

Eso sí, su correcta aplicación exige planificación, análisis y, de ser posible, el acompañamiento de un experto en corretaje. En VicuñaPropiedades.cl, estamos para ayudarte a identificar oportunidades y tomar decisiones que realmente aporten valor a tu patrimonio.


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