¿Cuánto cobra un corredor de propiedades en Chile? Guía completa y ejemplos reales

Cuanto cobra un corredor de propiedades

Hablar de cuánto cobra un corredor de propiedades en Chile implica adentrarse en un terreno donde conviven tradición, estrategia comercial y una lógica económica que muy pocos explican con claridad. Desde la perspectiva de VicuñaPropiedades.cl, donde convivimos con propietarios, inversionistas, arrendatarios y futuros compradores, abordar este tema requiere mucho más que repetir porcentajes. Se necesita entender cómo opera el negocio inmobiliario, por qué existen ciertos rangos “de costumbre” en el mercado de Santiago y regiones, y cómo las tarifas se relacionan con la demanda, la complejidad del inmueble y el tiempo efectivo invertido por el corredor.

En mi experiencia directa trabajando como corredor, me he dado cuenta de que la tarifa nunca es un número aislado. Responde a un cálculo donde influyen los costos de oportunidad, la profundidad de la cartera de clientes y la urgencia que enfrenta el propietario o comprador. Un corredor que maneja diez propiedades en paralelo valoriza su tiempo de forma distinta al que parte desde cero, y esa diferencia —aunque no se mencione públicamente— se refleja en el precio final. Esta es la razón por la que las comisiones “estándar” existen, pero cada profesional las matiza según su realidad, su reputación y su disponibilidad.

El mercado inmobiliario chileno ha evolucionado con fuerza en las últimas décadas. Desde la expansión del crédito hipotecario en los años noventa, pasando por la consolidación del modelo DFL2 y la masificación de la inversión en departamentos pequeños para renta, hemos llegado a un escenario donde las operaciones son rápidas, técnicas y cada vez más reguladas. Como consecuencia, el rol del corredor dejó de ser una actividad informal para transformarse en una pieza clave del ecosistema. Hoy no solo se muestra una propiedad; se gestiona documentación, se revisan títulos, se analizan riesgos, se filtran arrendatarios y se resuelven problemas legales que podrían paralizar una operación completa.

En ese contexto, las tarifas no son solo un “cobro”, sino la traducción directa de un trabajo que requiere habilidades técnicas, comerciales y legales. Por eso, cuando un usuario se pregunta cuánto cobra un corredor de propiedades en Chile, normalmente busca confirmar si lo que le están cobrando es justo, si existe una norma oficial o si se está enfrentando a un abuso. Esta guía aborda la respuesta desde un enfoque realista, práctico y profundamente alineado con el espíritu educativo y comercial de VicuñaPropiedades.cl.


Cómo se calculan las comisiones en Chile?

Comprender la estructura de las comisiones permite dar sentido a las cifras que se repiten en el mercado. Aunque no existe una regulación estatal que fije porcentajes, sí hay un consenso social y comercial que se mantiene estable en el tiempo. En Santiago, por ejemplo, la costumbre se ha consolidado con tanta fuerza que prácticamente define un estándar tácito. Sin embargo, detrás de ese estándar conviven factores técnicos que explican por qué ciertos corredores cobran más o menos.

En el mercado inmobiliario chileno, especialmente en la zona centro y en áreas metropolitanas, el cálculo de la comisión incorpora elementos que se han normalizado con el tiempo: la disponibilidad del corredor, la inversión en marketing, el costo de traslado, la revisión documental y la responsabilidad frente al cliente. Cuando empecé en el corretaje, comprendí que el valor del tiempo no es igual para todos. En las primeras etapas, donde los clientes eran menos, podía dedicar largas horas a una sola propiedad. Con el tiempo, cuando la demanda aumentó, la valorización de mi tiempo cambió. Ese fenómeno, conocido en economía como “costo de oportunidad”, explica por qué un corredor consolidado puede justificar una tarifa mayor.

Otro elemento fundamental es la naturaleza del inmueble. Una propiedad compleja —como un terreno rural, una parcela con subdivisión pendiente o una oficina con múltiples dueños— requiere más horas de trabajo y una comprensión jurídica más profunda. A eso se suma que cada operación implica un riesgo, y ese riesgo se traduce en un costo. Los corredores lo internalizan al momento de fijar sus tarifas.

Finalmente, el mercado no se regula solo por oferta y demanda, sino por la confianza. Los propietarios suelen preferir trabajar con alguien que tenga reputación comprobada y resultados medibles, aunque eso implique pagar más. En un mercado donde abundan los negocios informales, esta diferenciación se vuelve clave para entender las tarifas reales.


El costo de oportunidad del corredor: por qué no todos cobran lo mismo

La expresión “costo de oportunidad” sintetiza una de las variables más ignoradas por los clientes. Cuando un corredor tiene amplia demanda, cada hora invertida tiene un valor superior porque deja de atender otras operaciones. Esto modifica la tarifa final. Si un profesional administra diez propiedades simultáneamente, su margen de maniobra es menor que el de un corredor que inicia su carrera.

En la práctica, esto se refleja en un comportamiento que pude observar muchas veces: los corredores más solicitados tienden a trabajar con propiedades cuyo potencial de venta es mayor, o cuya probabilidad de cierre es alta. Por esta razón, ajustan sus comisiones dependiendo del nivel de esfuerzo requerido. No es raro que en operaciones extremadamente complejas —como propiedades con litigios pendientes o títulos antiguos— el cobro sea levemente superior al estándar.


Qué influye en la tarifa final (tiempo, demanda, tipo de propiedad)

La tarifa que enfrenta un cliente no solo responde al porcentaje “de costumbre”. Existen múltiples variables que afectan el precio real. El tiempo es la más evidente, pero no la única. Por ejemplo, una propiedad localizada en zonas rurales requiere varios viajes, coordinación con municipalidades, revisión en terreno y una gestión documental más densa. En Santiago, donde la conectividad simplifica el proceso, los corredores suelen mantener la tarifa tradicional.

“Este efecto se vuelve especialmente evidente después de la activación de subsidios, como ocurre con el DS1, que incrementa el flujo de compradores primerizos. En VicuñaPropiedades.cl tenemos una guía completa sobre qué es el subsidio DS1 y cómo postular, que puedes revisar para entender este fenómeno.

La demanda también desempeña un rol decisivo. En periodos de alta actividad, como los meses posteriores a la aprobación de un subsidio, la carga de trabajo aumenta y los corredores pueden ser más selectivos. Este fenómeno ha sido especialmente visible tras la implementación del subsidio DS1 y DS19, modelos que impulsaron un volumen considerable de compradores primerizos. Si deseas profundizar en estos programas, puedes visitar nuestro artículo sobre qué es el subsidio DS1 y cómo postular, disponible en VicuñaPropiedades.cl.


Comisión por compraventa: cuánto se cobra realmente

La compraventa es la operación más conocida y comentada. Aquí aparece la pregunta clave: cuánto cobra un corredor de propiedades en Chile cuando gestiona la venta o compra de una casa o departamento. En el mercado urbano, la costumbre es clara. Lo habitual es que tanto vendedor como comprador paguen un porcentaje equivalente, lo que distribuye el costo de manera equitativa.

En ciudades como Santiago, esta costumbre se ha mantenido por décadas. Incluso en periodos de alta inflación o Cambios regulatorios, el rango de comisiones se ha sostenido porque el mercado ha aprendido a reconocerlo como un valor justo para ambas partes. La razón es simple: en la compraventa, el corredor se convierte en un facilitador vital. No solo muestra la propiedad, sino que analiza oferta y demanda, orienta sobre precios de mercado, negocia términos y acompaña al cliente durante todo el proceso de cierre.


Tarifas urbanas: el estándar del 2% + 2%

En mi experiencia directa, el estándar urbano es de un dos por ciento del valor de la transacción para el vendedor y un dos por ciento para el comprador. Esta cifra no es un capricho ni un invento reciente. Está arraigada en el mercado porque refleja el esfuerzo promedio del corredor en zonas urbanas consolidadas. En Santiago, este porcentaje se mantiene estable incluso con variaciones en el valor de las viviendas.

“Este estándar del dos por ciento también ha sido reconocido en análisis externos, como el publicado por Learning Group, donde se expone que el 2% urbano sigue siendo la práctica dominante en Chile.

Supongamos que un departamento se vende en 4.500 UF. El costo para cada parte sería de 90 UF. Este valor suele ser razonable considerando que el corredor se hace cargo de análisis comparativos, marketing, visaciones legales y negociación, además de absorber el riesgo de una operación fallida. Cuando las propiedades tienen una demanda especialmente alta, algunos corredores flexibilizan el porcentaje, pero esa decisión siempre depende del equilibrio entre tiempo invertido y probabilidad de cierre.


Compraventas rurales: por qué suben al 3%

En zonas rurales, el escenario es completamente distinto. Los traslados prolongados, la necesidad de recorrer grandes superficies y la complejidad documental hacen que el corredor asuma un trabajo considerablemente mayor. Por eso, el mercado ha establecido un estándar diferente: tres por ciento para cada parte.

“Esta diferencia ha sido mencionada también por portales especializados como ComparaCorredores, donde se afirma que el tres por ciento rural responde a la mayor complejidad operativa de estas gestiones.

En las veces que he gestionado terrenos o parcelas, la preparación previa supera con facilidad la de un departamento en Santiago. Se requiere revisar límites, verificar subdivisiones, coordinar con la Municipalidad, validar roles, levantar planos y asegurarse de que no existan servidumbres ocultas. Esa dedicación adicional justifica el porcentaje mayor. La tarifa rural, lejos de ser un abuso, responde a la carga de trabajo real que la mayoría de los clientes desconoce.


Ejemplos reales de cálculo en UF y en pesos

Cuando la propiedad se vende en UF, el cálculo es más sencillo porque el valor de referencia es estable. Sin embargo, cuando se expresa en pesos, la inflación modifica la percepción del cliente. En una operación de 200 millones de pesos con un dos por ciento de comisión, el corredor recibe cuatro millones. Aunque algunas personas consideran alto ese monto, debe entenderse que el corredor invierte semanas o meses en cerrar una operación, y que su ingreso depende de resultados concretos y no de esfuerzo aislado.


Comisión por arriendo: valores habituales y modelos mixtos

El mundo del arriendo tiene sus propias reglas, igualmente arraigadas en la costumbre. Aquí también se repite la pregunta cuánto cobra un corredor de propiedades en Chile, porque muchos propietarios creen que la comisión se paga solo al momento de firmar. En realidad, existen distintos modelos y combinaciones según el tipo de propiedad y duración del contrato.

Cuando gestionaba arriendos residenciales y comerciales, el modelo más frecuente era cobrar medio canon al propietario y medio canon al arrendatario. Este esquema funciona bien en Santiago, especialmente en comunas donde los arriendos se mueven rápido. Sin embargo, en propiedades comerciales, algunos corredores prefieren un modelo basado en porcentaje sobre el total del contrato, que puede ser más equilibrado dependiendo de la operación.


50% + 50%: el modelo más usado

En arriendos residenciales, el estándar es medio canon para el propietario y medio canon para el arrendatario. Esta modalidad se mantiene porque reparte el costo de manera equitativa y porque el corredor asume la responsabilidad de revisar antecedentes, preparar el contrato, coordinar visitas e investigar la capacidad financiera del interesado.

“Para evitar riesgos en la selección de arrendatarios, muchos propietarios prefieren apoyarse en un corredor profesional. Si quieres revisar en detalle qué documentos se exigen hoy en Chile, puedes leer nuestra guía completa sobre requisitos para arrendar, disponible aquí en VicuñaPropiedades.cl.

Sin la participación de un corredor, muchos propietarios se arriesgan a elegir arrendatarios sin evaluación adecuada, lo que puede derivar en morosidad. Para profundizar en este punto, recomendamos revisar nuestra guía sobre requisitos para arrendar, disponible en VicuñaPropiedades.cl.


Alternativa: 2% del total del contrato

Algunos corredores aplican un modelo distinto, especialmente en contratos comerciales. En este caso, la comisión corresponde al dos por ciento del total del contrato anual. Si la renta mensual es de un millón, el total anual es de doce millones, y la comisión asciende a doscientos cuarenta mil pesos. Este modelo tiene la ventaja de ajustarse mejor a operaciones donde los contratos se renuevan sin necesidad de repetir todo el proceso de corretaje.


Cuándo se aplica el mínimo de un canon

El mínimo de un canon se aplica cuando el monto del arriendo es bajo o cuando la propiedad tiene una rotación rápida. Este mínimo permite cubrir los costos de gestión del corredor, que muchas veces invierte la misma cantidad de horas mostrando una propiedad de quinientos mil pesos que una de un millón y medio. En mi experiencia, este modelo es razonable y se usa con frecuencia para evitar pérdidas operativas.


Otros servicios y tarifas complementarias

El corredor no solo vende o arrienda propiedades. En el mercado actual, un profesional serio ofrece servicios adicionales que agregan valor y resuelven necesidades específicas del cliente. Uno de los más demandados es la administración de propiedades, especialmente en edificios de renta, donde el propietario necesita delegar el trabajo para evitar problemas de gestión.


Administración de propiedades: 10% del canon

El servicio de administración tiene un valor habitual de un diez por ciento del canon mensual. Esta tarifa incluye gestión de pagos, recepción de reclamos, coordinación de mantenciones, revisión de documentación y supervisión del comportamiento del arrendatario. En edificios multifamily y en departamentos pequeños destinados a inversión, este servicio permite a los propietarios mantener estabilidad financiera sin intervención constante.


Confección de contratos comerciales: 10%

La redacción de contratos comerciales exige conocimientos legales adicionales, por lo que su valor suele ser del diez por ciento del canon. Este servicio se ha vuelto especialmente relevante debido al aumento de pequeñas empresas que buscan espacios para operar. En muchos casos, un contrato mal redactado puede exponer al propietario a riesgos innecesarios.


Costos asociados: IVA y segunda categoría

Dependiendo de si el corredor emite boleta de honorarios o factura, el valor final puede incluir IVA o impuesto de segunda categoría. Esta diferencia es importante para inversionistas y empresas que requieren factura para rebajar impuestos, y afecta directamente el costo final de la operación.


¿Cómo saber si lo que te están cobrando es justo?

Evaluar si la comisión es justa depende de comparar el servicio ofrecido, la experiencia del corredor y la complejidad de la operación. La confianza y la transparencia son determinantes. Un corredor serio detalla su trabajo, explica los riesgos y muestra comparativos de mercado. En Santiago, donde la competencia es amplia, la profesionalización del sector hizo que la mayoría de los corredores adopten estándares de calidad alineados con prácticas internacionales.


Señales de un corredor profesional

Un buen corredor maneja información actualizada, explica cada cláusula del contrato, orienta sobre los tiempos del Conservador de Bienes Raíces y guía al cliente con claridad. Su experiencia se nota desde el primer contacto. En mis propias operaciones, siempre procuré transmitir esa seguridad, porque el cliente siente cuando el corredor domina su oficio.


Rangos razonables según tu caso

Si la operación es urbana, el dos por ciento es totalmente razonable. Si es rural, el tres por ciento es coherente con la carga de trabajo. En arriendos, el medio canon o el dos por ciento del contrato responden a prácticas consolidadas en el mercado.


Consejos prácticos

En mis años de corretaje, aprendí que la transparencia evita conflictos. Siempre aconsejo revisar el contrato, asegurarse de que el corredor tenga experiencia verificable y pedir referencias. La experiencia práctica me enseñó que lo barato suele salir caro, especialmente en operaciones complejas.


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Vicuña Propiedades.CL


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